La genética, que es la ciencia de la herencia biológica, estudia la transmisión de los rasgos que se transmiten de padres a hijos.

La historia familiar puede jugar un papel importante en tu mapa genético, pero tu ADN es único. Conociendo tu predisposición genética.

Las pruebas genéticas realizadas durante el embarazo ayudan a conocer el riesgo y predisposición a padecer algunas enfermedades y a poder prevenirlas

Para poder practicar pruebas genéticas prenatales, las mujeres embarazadas se suelen someter a una amniocentesis o bien a una extracción de vellosidades coriónicas.

La amniocentesis es una prueba que se realiza entre las semanas decimosexta y decimoctava del embarazo.

El médico pincha el abdomen de la mujer con una aguja hueca y extrae una pequeña cantidad del líquido amniótico que rodea al feto. Seguidamente este líquido se analiza para detector posibles problemas genéticos, así como para determinar el sexo del feto.

Cuando existe riesgo de cesárea o parto prematuro, a veces se practica una amniocentesis para evaluar el grado de madurez de los pulmones del feto. Esta prueba se asocia a un ligero riesgo de aborto.

La extracción de vellosidades coriónicas se suele practicar entre las semanas décima y duodécima de embarazo.

El médico extrae un trocito de placenta para detector posibles problemas genéticos en el feto. Puesto que esta prueba es agresiva, se asocia a un riesgo reducido de aborto.

¿Cuándo recomiendan los médicos someterse a pruebas genéticas?

  1. Una pareja tiene pensado tener descendencia y uno de ellos o un pariente cercano tiene una enfermedad hereditaria.
  2. Una persona ya tiene un hijo afectado por una anomalía congénita grave.
  3. Una mujer ha tenido dos o más abortos espontáneos.
  4. Una mujer tiene un mortinato con signos físicos de enfermedad genética.
  5. Una mujer está embarazada y tiene más de 34 años.
  6. Un hijo tiene problemas médicos que podrían ser de origen genético.
  7. Un hijo tiene problemas médicos imputables a un síndrome genético específico.